Si te encanta la cocina japonesa debes probar el mochi. Se trata de un postre hecho a base de harina de arroz glutinoso, azúcar, anko y agua.
Puedes encontrarlos en supermercados o en restaurantes. En el pasado, los mochis se preparaban para celebrar las graduaciones, las bodas o el día de Año Nuevo. Era habitual prepararlos en las casas, más que comprarlos en confiterías.
El pastelero Takashi Ochiai explica que este dulce también se elabora para celebrar el nacimiento de un hijo o, incluso la primera menstruación de una adolescente.
Este postre está relleno de anko, es decir, una pasta de judía roja dulce hervida previamente en almíbar. Sin embargo, en la actualidad encontrarás otros rellenos como helado, nata, chocolate, crema catalana o frutas.
Este postre se prepara con un tipo de arroz glutinoso específico, se remoja durante todo un día y luego se machaca con mazos de madera en un mortero tradicional llamado usu.
Debe hacerse entre dos personas, ya que una golpea el arroz y la otra gira la masa. El objetivo es conseguir una masa lisa, pegajosa y elástica, pero hoy en día no hace falta porque se usa harina de arroz.
La masa del mochi se cocina al vapor o al microondas. La harina tiene que ser de ese tipo de arroz, porque sino no conseguirás esa textura elástica.
La masa se puede congelar para hacer mochi de helado. Takasi aconseja doblar la cantidad de azúcar, para que la masa no se ponga dura.
Para preparar el anko, las judías se dejan en remojo 12 horas. Después, se quita una parte del agua y se hierven las judías en una olla durante 35 minutos. Los expertos añaden la glucosa, la sal y el azúcar hasta que la judía y el almíbar tienen una textura muy pastosa.
Algunos japoneses usan judías de bote ya cocidas. Incluso, dentro del anko se puede poner una fresa entera para aportar un poco de frescura.
Takashi explica que en nuestro país el anko no triunfa, ya que los mochis que más vende van rellenos de mousse de té verde, crema catalana, chocolate y melocotón.
El diario Qué! informa que la harina de arroz contiene vitamina C, hierro, proteínas y calcio.
«El secreto de los mochis es una mezcla entre la materia prima utilizada, la elaboración 100% artesanal y un resultado gastronómico gourmet al alcance de todos», dice Nuria Torres, repostera experta en mochis.
«Al ser un postre de textura y forma nada corriente en nuestro país, en contadas ocasiones hay un titubeo a la hora de morder. Una vez lo pruebas, al ser la harina de arroz tan finita, la mousse conquista a todos», comenta Torres.
Para formar los mochis es aconsejable usar un relleno muy frío o congelado. Pero, si es muy blandito puedes utilizar moldes semicirculares, flaneras o simplemente bolear con las manos.
Los profesionales de Pelican Restaurant, expertos en cocina japonesa, explican que los celíacos pueden disfrutar de este pastel japonés, porque no tiene gluten sino amilopectina.
En nuestro país puedes encontrar el mochi, pero también el Taiyaki. Se trata de un pastel en forma de tai (pargo rojo) relleno de frijoles rojos hervidos y mezclado con azúcar.
Si te encanta los mochis también puedes probar el Mizu Shingen Mochi. Es una tartaleta gelatinosa hecha de pasta de arroz que se prepara en Año Nuevo.
Un dato muy curioso es que debe comerse en un máximo de 20-30 minutos, por lo que no puedes pedirlo para llevar, porque se convierte en un charco de agua.
Los ingredientes que se utilizan para preparar esta tarta son: la pasta de arroz, un poco de polvo de agar agar y sirope de azúcar moreno.
La tarta tiene un color transparente, porque el agua que se utiliza proviene de una región montañosa, al sur de Japón.
«En todo caso, hay que confesar una cosa: este dulce no forma parte de la repostería tradicional japonesa sino que es un dulce creado por una compañía japonesa, Kinseiken Seika, que cuando lo desarrolló tuvo mucho éxito entre su clientela y, debido al frenesí, dio el salto internacional, haciéndose popular en grandes ciudades como Nueva York (en este caso, el responsable de traerlo a la ciudad que nunca duerme fue el chef Darren Wong)», informan desde ElPlural.
Otro postre que te encantará es la tarta de queso japonesa. Cuando la pruebes te darás cuenta que es muy esponjosa y tiene un movimiento parecido al de la gelatina.
Es ligera porque los japonés baten las yemas y las claras por separado. Este pastel se cocina de manera uniforme y no presenta grietas, porque se hornea al baño maría.