Para la mayoría, decorar la casa o cualquier estancia, consiste en colocar una serie de elementos acordes entre sí para obtener un resultado en concreto. En lo que a viviendas respecta, se entiende que se pretende obtener lugares cómodos, funcionales y prácticos. Aunque la cuestión no es tan sencilla y la decoración va mucho más allá, sobre todo para aquellos amantes del buen gusto, sin que esto quiera decir que los más prácticos, decoren sus estancias con mal gusto, tan solo conceden menor importancia a este aspecto.
Decorar va más allá de amueblar. Ahí reside el matiz que marca la diferencia. Todo el mundo tiene que amueblar su casa o habitación, despacho o la estancia en cuestión, pero no tiene porqué decorarla, a pesar de que vayan de la mano. No se puede amueblar sin decorar, ni decorar sin amueblar, aunque sea en un grado mínimo. Hasta el minimalismo, es un tipo de decoración. Pero no vamos a hablar de estos matices en este artículo, lo cierto es que queremos centrarnos en como la escultura, ese arte tan singular, puede formar parte de la decoración.
Una de las facetas que siempre ha sido útil a la hora de decorar casas, es el arte. No en vano, arte y decoración han ido siempre de la mano. Desde las cuevas de Altamira ya nos queda claro que nuestros ancestros, gustaban de decorar las paredes, en aquellos tiempos, con pinturas escénicas. Mucho después, las mansiones y palacios de los reyes y emperadores, a lo largo de la historia, se han copado de pinturas, retratos, tapices, grabados… y por supuesto, esculturas, como nos recuerdan desde Esculturas Anglada, profesionales de este arte tan personal.
Teniendo en cuenta la evolución de la escultura con el paso del tiempo, no es difícil comprender que se trate de uno de los artes más presentes en lo que a interiorismo y decoración respecta. Más allá de exposiciones y museos, la escultura, puede disfrutarse en cualquier rincón de la casa.
La evolución del arte y las tendencias
Lógicamente las tendencias artísticas han evolucionado al mismo tiempo que lo han hecho las técnicas decorativas, los artistas y los decoradores. En la actualidad, es posible encontrar obras de arte actuales y modernas muy alejadas del clasicismo y lo convencional. Lo cierto es que tanto el eclecticismo como la fusión de estilos vigentes en la actualidad, hacen posible que puedan mezclarse sin compasión ni repercusión, tanto las obras más clásicas con el mobiliario más moderno, como las obras más modernas con el mobiliario más clásico.
Dentro del arte, una de sus disciplinas como es la escultura, no se centra exclusivamente en la recreación de figuras humanas, de mayor o menor tamaño. En esta categoría es posible encontrar figuras abstractas, trabajos realizados en madera, cuadros escultóricos o piezas que componen un conjunto, lámparas y apliques escultóricos, piezas modernas y mucho más, se consideran escultura y son perfectamente aptas para la decoración.
Las posibilidades son tantas como formas de decorar a la hora de utilizar la escultura. Es posible utilizar tanto grandes piezas colocadas sobre el suelo, como elementos de menor tamaño, ubicadas sobre un aparador, o cualquier otro elemento del mobiliario. También es posible colgarlas en las paredes o techo, vestir la mesa del comedor o componer el centro del salón. La escultura es un elemento decorativo indiscutible.
Uno de los aspectos que conviene tener en cuenta a la hora de optar por una obra de arte como elemento de decoración, se trate de escultura o cualquier otra disciplina, es que se convertirá de forma instantánea en el centro de atención de la estancia en la que se coloque. Por lo que el resto de mobiliario y objetos decorativos deberán ser más neutros y pasar más desapercibidos, con la finalidad de que la obra de arte, destaque por encima de todo lo demás.
Decorar una vivienda con piezas de arte, no es algo muy habitual, puesto que el arte, no está al alcance de todos los bolsillos, lo parece limitarla a aquellos que tienen posibles. Sin embargo, no tiene porqué ser así necesariamente, es posible buscar en galerías o mercadillos en donde se puede encontrar a artistas que inician su periplo y venden sus obras de arte a precios aceptables. En el caso de sentirse uno o una lo suficientemente inspirado y capaz, también puede optarse por crear una pequeña obra de arte de la que disfrutar en el salón o cualquier sala de la casa.
El concepto de escultura como objeto decorativo cuenta con una denominación particular: escultura decorativa, lo que implica que se trata de obras de arte en tres dimensiones, diseñadas para desempeñar un papel relevante a la hora de añadir profundidad y textura al diseño de interiores. Se trata más que de una mera decoración, en un reclamo artístico capaz de atrapar la mirada de los visitantes y enriquecer el atractivo visual de cualquier estancia.
A diferencia de otro tipo de obras de arte u objetos decorativos, las esculturas, tienen una gran capacidad para llenar espacio, son independientes, llaman la atención y crean una sensación de presencia en la estancia, invitando al espectador a explorar sus formas, texturas y dimensiones.
Tipos de escultura que se pueden incluir en decoración
Es posible encontrar esculturas en gran variedad de materiales. Dentro de los cuales podemos distinguir alguno de los tipos a los que más se recurre dentro de la escultura decorativa.
Las de cerámica, por ejemplo, son muy versátiles y se presentan en una amplia variedad de estilos, tamaños y colores. Desde las delicadas figuritas de porcelana, hasta las atrevidas y vibrantes piezas contemporáneas, este tipo de escultura, suele aportar un toque de elegancia y sofisticación a cualquier espacio en el que se las incluya. Además son fáciles de encontrar y los precios no suelen ser muy elevados.
Si nos pasamos a materiales como el metal, encontramos esculturas que destilan modernidad al tiempo que añaden un toque industrial y minimalista a la estancia. Se fabrican con materiales tan diversos como el bronce, el acero o el aluminio, convenientemente utilizado para crear formas abstractas con líneas fluidas que, hace que sean perfectas para decorar interiores modernos. Se trata de obras de arte capaces de crear ambientes dinámicos y visualmente impactantes.
Podemos optar por esculturas de madera para decorar, con objeto de aportar calidez y un toque natural al ambiente interior. Se realizan con diferentes tipos de madera como puede ser la teca o el nogal. Este tipo de esculturas, muestran la belleza implícita de la naturaleza, aunada a la artesanía y el talento del artista. Pueden colocarse en consolas, mesas auxiliares o integrarse en muebles de mayor tamaño, proporcionando un toque rustico a la estancia, a la vez que concede un aspecto moderno y orgánico.
Otros materiales pueden ser el yeso o la escayola que permiten crear verdaderas obras de arte, dando lugar a cuerpos, rostros, bustos o partes del cuerpo con total sutileza y todo tipo de detalles. Metales como el bronce, sirven para crear obras escultóricas envejecidas, capaces de captar la atención de todo visitante. La cuestión es, a fin de cuentas, saber cómo integrar este tipo de piezas en cada estancia.
La decoración es por si misma un arte que requiere de ingenio y habilidad. A la hora de incorporar esculturas en la decoración de cualquier estancia, hay que poner especial atención y cuidado al concepto global. Si se trata de la sala de estar, puesto que el salón es el corazón de la vivienda, se trata del lugar más idóneo para exponer una escultura. Se puede colocar una gran escultura de cerámica en una pared prominente o, una de metal como elemento decorativo de la mesa de comedor. Estas llamativas obras de arte, constituyen un punto focal atrayente para los invitados.
Por otro lado, si se trata de incluir una escultura en un ambiente tranquilo como puede ser un dormitorio, lo más conveniente, es colocar esculturas de menor tamaño. En este caso, el mejor lugar, son las mesillas de noche o incluso, la cómoda. Colores sutiles, formas orgánicas y materiales suaves, que combinen con la decoración del dormitorio. Un buen ejemplo, podría ser una escultura de madera que represente elementos naturales como hojas, aportando un aire de tranquilidad.
Estancias como el comedor, pueden verse potenciadas y realzadas, si se colocan esculturas que reflejen pasiones culinarias o intereses culturales de gran diversidad. Esculturas de cerámica en una estantería flotante o de metal, colgadas en la pared, puede realzar ese ambiente sobrio del que presume un comedor.
A la hora de integrar esculturas en la decoración del hogar o, en cualquier diseño interior, conviene tener en cuenta algunos factores que resultan importantes, para garantizar un impacto visual adecuado y una armonía óptima. El primero de esos factores, no es otro que la colocación. Hay que experimentar con diferentes posiciones y colocaciones, tener en cuenta el equilibrio y la fluidez. El tamaño y la escala son muy importantes en relación con el mobiliario y la decoración circundantes. Así mismo la iluminación de la escultura, debe ser la adecuada y los colores deben complementarse con los elegidos en el diseño interior.
En resumidas cuentas, la decoración es un arte y el arte, es decoración.
