¡Cómo cambia la vida cuando estás esperando un bebé! Sin duda, es una de las fases en las que nada de lo que has vivido antes te hace sentir preparado para lo que viene, sobre todo si es el primero. La verdad es que es una preocupación bastante grande porque sabemos que debemos dar todo lo mejor de nosotros y nosotras mismas para intentar que a la criatura que está viniendo no le falte de nada. Ni que decir tiene que eso va a tener una enorme repercusión en su vida y que vamos a ser los responsables de cualquier posible falta que pueda haber.
Jamás me había imaginado que ese tipo de momentos llegaran a mi vida. Siempre me había jurado ante mí mismo que no quería hijos ni hijas porque la vida está sumamente complicada desde el punto de vista económico y nunca sabes a qué te expones cuando tienes descendencia. El caso es que, cuando mi mujer me comunicó que estaba embarazada, se empezó a dibujar un escenario en mi cabeza para el que sentía que no estaba en absoluto preparado. Pero la verdad es que, después de respirar tranquilamente, empiezas a ver las cosas de otra manera. Y menos mal, ya os digo. Hay que tomárselo con tranquilidad porque, en caso contrario, dejamos de vivir.
Cuando ya tienes la confirmación de que vas a ser padre o madre, empiezas a pensar en muchas cosas al mismo tiempo. Lo primero en lo que nosotros pensamos cuando lo supimos fue en ir invirtiendo un poco de dinero cada mes para intentar cubrir las necesidades básicas de todo recién nacido. Ya sabéis que hace falta sobre todo cubrir necesidades alimentarias, de elementos como la cuna o el portabebés e incluso todo lo que tiene que ver con la alimentación. Y es imprescindible que no nos dejemos nada en el tintero y que tenga que ver con eso. Desde luego, es algo que nos podría complicar mucha vida.
Para el tema de la alimentación y de los objetos que son propios de bebés apenas sufrimos a la hora de conseguirlos. Pero es verdad que el tema de la ropa nos preocupaba un poco más. ¿Cómo se organiza la compra de ropa para un bebé? ¿Cuánta ropa hay que comprar para cada tramo de edad? Empezamos a investigar acerca de este tema. Teníamos bastantes meses por delante y la verdad es que preferíamos encargarnos de ello nada más saber el sexo del bebé, para empezar a adquirir las prendas antes de que llegaran las últimas semanas y la preparación definitiva para el parto.
Empezamos a mirar por Internet para ver las diferentes posibilidades con las que contábamos. La verdad es que yo, particularmente, pensaba que este iba a ser un tema complicado de resolver. Ya sabéis que la tasa de natalidad no para de bajar en los últimos años. Es algo que podemos comprobar en este gráfico de Statista que comparto con todos y todas y que demuestra que, desde 2008, hemos perdido unos 200.000 nacimientos anuales. Por tanto, ¿Qué podríamos esperar de la moda infantil? Creíamos que la cantidad de tiendas iba a haber descendido a causa de la pérdida de público.
La realidad es que hay un montón de tiendas de ropa infantil. Eso es lo que fuimos descubriendo con el paso de los días. Cuando estás centrado en un tema, es probable que andando por la calle te encuentres con más cosas o negocios que tienen que ver con ese asunto porque vas mucho más centrado. Pues esto es algo que nos pasó y que, desde luego, está más que demostrado si atendemos al volumen de facturación que está relacionado con la moda infantil en España. Desde 2008 a 2017, esa facturación fue creciendo (¡y eso que al mismo tiempo estaba descendiendo la natalidad!) y en el último de esos años se estableció en más de 2.400 millones de euros. Casi nada.
A medida que fuimos metiéndonos más en el asunto, vimos que teníamos muchas más posibilidades de las que habíamos creído en materia de vestimenta para un recién nacido. Lo que nos agobiaba en ese momento era el hecho de que necesitábamos ropa para muchas situaciones: para el verano, para el invierno, cubrepañales, para baño… y no sabíamos si íbamos a tener la posibilidad de comprarlo todo en el mismo sitio, que era lo que queríamos para ahorrarnos el máximo tiempo posible. Obtuvimos la solución a nuestras demandas cuando visitamos Blau i Rosa y, por fin, pudimos respirar tranquilos.
Compramos un poquito de todo porque sabíamos que, además de lo que íbamos a comprar por nuestra cuenta, nuestros familiares nos iban a hacer varios regalos que contendrían ropa. Por supuesto, y a medida que fueron pasando las semanas, descubrimos que así fue. La verdad es que nos vino de perlas porque tuvimos la posibilidad de disponer de un buen abanico de prendas para hacer frente a los primeros meses de vida de nuestro bebé. La seguridad y la tranquilidad que te ofrece esto es enorme y no cabe la menor duda de que pudimos emplear tiempo y recursos en otras cosas que a fin de cuentas también tenían importancia para hacer posible que no hubiera ningún problema para cuando se produjera el nacimiento.
En ningún momento nos ha faltado de nada
Las semanas fueron pasando y llegaron los días decisivos, los días en los que el parto se podía producir en cualquier momento. Se trata de uno de los momentos en los que más miedo se pasa en toda la vida, al menos yo lo vi así, pero la verdad es que, cuando todo ha pasado, terminas descubriendo que has vivido unos días preciosos y de los que no te vas a olvidar en ningún momento de tu vida. Y eso no tiene precio, por supuesto. ¿Puede haber algo que proporcione más alegría que el hecho de ver nacer a tu hijo o hija? ¿Acaso no es ese el momento más feliz al que se puede aspirar en la vida? Hay que disfrutarlo al máximo, que luego pasa enseguida.
Cuando ya estuvimos en casa, fuimos comprobando que todas las prendas que habíamos ido adquiriendo y que nos habían regalado para nuestro hijo le sentaban de maravilla. Y eso nos produjo el sentir una tranquilidad muy grande. No tuvimos que devolver ni una sola prenda y todas hacían que Álex, nombre que escogimos para él, pareciera todavía más precioso de lo que ya era de por sí. La verdad es que un padre y una madre pueden pedir poco más que eso y que su hijo tenga salud, algo que también ocurrió en nuestro caso. Ni que decir tiene que nuestra vida acababa de dar un giro y que había sido para bien. No podíamos desbordar más amor que el que sentíamos.
Han pasado algunos años desde ese momento y, como seguro que ya podéis intuir, hemos tenido que ir renovando de manera paulatina el armario de Álex para que la ropa con la que contaba se adaptara a su cuerpo en cada momento. Era una inversión que sabíamos que tenía que llegar y la verdad es que a nosotros no nos ha costado demasiado esfuerzo realizar, quizá por el hecho de que ya habíamos ahorrado lo suficiente o porque el precio al que compramos la ropa es bastante competitivo. El caso es que hemos podido destinar bastantes recursos a otras cosas y que eso ha permitido que a Álex nunca le haya faltado de nada, que era nuestro principal propósito desde el mismo instante en el que supimos que la familia se iba a ampliar.
No hemos tirado ni una sola prenda de las que adquirimos porque es posible que Álex pueda tener en algún momento un hermano o hermana. No sabemos a ciencia cierta si eso se terminará convirtiendo en realidad o no, pero el caso es que, si la respuesta es negativa, también le daremos utilidad a esa ropa mediante una donación a los más necesitados y necesitadas. Hay que tener en cuenta que la ropa no es un juego y tampoco es una cosa de la que nos tengamos que deshacer con destino al vertedero. Se pueden hacer grandes cosas con las que no necesitamos y este es uno de los mejores ejemplos que tenemos para ello.
La ropa es siempre algo importante a lo largo de nuestra vida, pero adquiere una dimensión todavía más importante cuando somos unos bebés y necesitamos estar protegidos del frío del invierno, así como estar cómodos durante los meses de más calor del año. Si conseguimos eso para nuestro bebé, estaremos proporcionándole un buen contexto para que siga creciendo y para que su desarrollo sea el esperado. El momento de mayor vulnerabilidad de una persona es cuando apenas tiene unos meses de vida y la ropa es una de las mejores maneras que podemos usar para protegerle. Por tanto, no hay que desperdiciar la oportunidad que nos brinda.
