Fobia. Una palabra que está más que presente en nuestra sociedad. Se trata de un término derivado de Fobos, es decir ‘miedo’. Todo viene de la mitología griega cuando es hijo de Ares y Afrodita y es la personificación del miedo. Estamos ante un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso, desproporcionado e irracional, ante seres, objetos o situaciones concretas. Y sí, como dice el dicho, “el miedo es libre” y hay muchos miedos, más de los que pensamos.
Hoy vamos a hacer un repaso de las principales fobias que existen relacionadas con el mundo de los médicos. Hay más de las que te puedes pensar y muchas veces es un problema muy grande. En este caso hablamos de personas que tienen que cuidarnos, pero que provocan el efecto contrario. Ya sabes que en esto de las fobias los nombres suelen ser muy raros, pero ciertos. Y como puedes comprobar hay más personas con estos miedos de las que puedes pensar. Por suerte, hay muchos avances y ahora mismo hay muchas formas para poder superarlos. Solo es cuestión de actitud y de ponerte en manos de profesionales.
Latofobia
En este caso de trata del miedo irracional a los médicos, ya sea por temor a recibir un diagnóstico negativo o a procedimientos médicos invasivos. En este caso es a cualquiera, sin ninguna especialidad. Es ver la bata blanca y echar a correr. Y no somos conscientes de que son muchos los que la padecen. Y es algo complicado, porque son las personas que nos tienen que cuidar.
Hipofobia
Luego está la hipofobia, que es el miedo irracional a recibir inyecciones o tratamientos médicos, como la extracción de sangre o vacunas. En este caso, está claro que todo depende de la inyección, de la jeringa. Somos muchos, y en este caso me incluyo, que sentimos pavor cada vez que sentimos este aparato. Y no es fácil de llevar la verdad, porque son muchas veces cuando tienes que ponerte vacunas o simplemente realizarte una analítica. Uf, es solo pensarlo y me vienen unos sudores.
Odontofobia
En este caso hablamos de un miedo irracional al dentista derivado de una experiencia traumática previa. Es algo que hace años estaba muy presente, quizás por esa imagen que siempre se ha dado desde las películas o desde las series. Quizá un tratamiento molesto o un problema durante una consulta durante la infancia hayan desencadenado ciertos tabús hacia el instrumental odontológico o hacia los propios profesionales. Por suerte, ahora mismo hay muchos avances y una visita al dentista ya no tiene nada que ver con lo de antes. Solo hay que comprobarlo en clínicas dentales como La Paz, en Córdoba, que cuentan con los más importantes avances y tratamientos de última generación. Incluso con tratamientos 3D que provocan que no haya dolores ni nada parecido.
Nosocomefobia
Suena raro, pero existe, la nosocomefobia es el miedo irracional a los hospitales y clínicas médicas, ya sea por temor a contraer enfermedades o a ser sometido a tratamientos médicos. La exposición a éste generará que se dispare la ansiedad hasta niveles que la persona considera insoportables y que pueden llegar a generarle síntomas como crisis de ansiedad en las que aparezcan taquicardia, hiperventilación, sudor frío y profuso, temblores, mareos y/o sensación de estar muriéndose o volviéndose loco.
Escopofobia
En este caso se trata del miedo irracional a ser examinado por médicos, especialmente en contextos públicos o con la presencia de otras personas. Y esto es un peligro, porque se puede montar gorda cuando vamos a los médicos. Hay muchas opciones de tratamiento para la escopofobia. Con una opción, la desensibilización, el paciente es mirado por un periodo prolongado y después describe sus sentimientos. La esperanza es que el individuo será insensible al ser observado o que se descubra la raíz de su escopofobia.
Hipocratofobia
En este caso hablamos del miedo irracional a los médicos en general, ya sea por desconfianza en su profesionalismo o por temor a recibir un mal diagnóstico. Y en España hay muchos más de los que pensamos.
Optofobia
Existe también la optofobia o miedo a abrir los ojos y a todo lo relacionado con la oftolmología. Quienes la padecen sufren miedo al abrir los ojos en determinadas situaciones. La más común es, por ejemplo, al ver una película de terror, pero hay casos más complicados, como el de aquellas personas que tienen fobia al abrir los ojos cuando se despiertan.