El vino es una de las bebidas producidas por el ser humano más antiguas del mundo. Se obtiene a través de la fermentación de la uva y, este mágico proceso, logra que el azúcar se transforme en alcohol y dióxido de carbono. Al igual que existen diferentes variedades de uva, también hay tipos distintos de vino, aunque generalmente, se pueden categorizar en: vinos tintos, vinos blancos y vinos rosados. Como es sabido, se recomienda reducir al mínimo la ingesta de alcohol, pero también hay estudios científicos que avalan que el consumo moderado de vino en un contexto de alimentación y costumbres saludables, puede ser positivo para nuestro bienestar, al provocar efectos antioxidantes y reguladores sobre nuestro cuerpo, tal y como explican desde El Confidencial. Sin embargo, esto no se puede tomar al pie de la letra, y depende de la situación y el contexto personal de cada individuo. Hay que tener mucho cuidado, ya que también puede producir problemas de adicción.
Debido al importante papel que ha tenido el vino en muchas sociedades, su apreciación también se ha ido transformando y, en la actualidad, este producto es mucho más que una simple bebida alcohólica. De hecho, existe toda una cultura en torno al vino que implica la celebración de eventos como rutas del vino, o itinerarios planificados específicamente para conocer distintos viñedos o bodegas, lo que se relaciona con la proliferación del llamado «enoturismo» o turismo que tiene el vino como protagonista, muy popular en distintas regiones de España.
Otra de las actividades destinadas al disfrute del vino y sus características es: la cata de vinos, que consiste precisamente en adentrarse en las peculiaridades sensoriales del vino, tanto visuales como olfativas o gustativas. Para ello, se siguen unos pasos concretos que varían dependiendo de la experiencia de la persona. Aunque se suele creer lo contrario, no hace falta ser profesional para participar en una cata de vinos y, como decimos, existen catas adaptadas a los niveles de conocimiento de cada participante. ¿Te gustaría iniciarte en este mundo? En este post te contamos cómo podrías empezar.
Lo primero que te recomendamos, es que realices una pequeña investigación previa sobre la materia. Si bien, no necesitas ser un experto o experta, puede optimizar mucho tu experiencia el hecho de contar con unos conocimientos básicos en las catas de vino. Para ello, puedes consultar libros, páginas web o tomar cursos especializados en el tema. Sin embargo, la mejor manera de aprender es asistir presencialmente a catas de vino. Busca una buena bodega que potencie esta actividad y lánzate a la aventura. Si no sabes por dónde empezar, los expertos vinícolas de las bodegas Delampa ofrecen catas de vinos de Jumilla con una experiencia completa para conocer tanto la bodega como su tradición. En este caso, se trata de una actividad muy completa, que comienza con una visita guiada por un experto enólogo por todas las instalaciones, incluyendo las barricas, los depósitos de vino y el área de embotellado; y, posteriormente, se procede a una cata comentada de vinos de todas las marcas de las que disponen que son: Delampa, Éxodo y Mr. Jenares, por supuesto, acompañados de un almuerzo de quesos y embutidos de La Mancha.
Si te ha gustado la experiencia y ya quieres explorar más sobre este mundo, puedes plantearte asistir a clases o cursos especializados en la cata de vino, donde te ayudarán a desarrollar técnicas para identificar los sabores y aromas de los diferentes tipos de vino. Puede serte de gran ayuda el hecho de anotar tus impresiones en un papel, para poder compararlas en la siguiente ocasión. Según vayas aumentando tus conocimientos, podrás empezar a organizar catas de vino tú mismo, en casa, con familiares, amigos y conocidos interesados por este mundo.
También es muy interesante apuntarse a clubes de vino, que encontrarás fácilmente por internet o en tiendas especializadas en vino. De esta manera, recibirás información y selecciones de botellas para probar regularmente. Además, en España existen numerosos eventos y ferias de vino. Algunas de las más populares pueden ser la fiesta del Albariño, en la localidad de Cambados (Galicia), la Feira do Viño do Ribeiro, en Ribadavia (Galicia), la Fiesta del Vino de Valdepeñas (Castilla la Mancha), la Batalla del Vino de Haro (La Rioja), las Fiestas de la Vendimia de Jerez (Andalucía), la Fiesta del Vino de Monterrei (Galicia), o la Fiesta de la Vendimia de Cariñena (Zaragoza). En definitiva, hay un montón de posibilidades para adentrarse en este mundo, pero recuerda siempre que el consumo de alcohol puede ser peligroso y que debe realizarse con moderación.
¡Esperemos que disfrutes de la experiencia!