¿Cómo gestionar el miedo al dentista? Esta pregunta y su respuesta, puede ser de gran ayuda para muchas personas que no acuden a esta necesaria visita, como nos dicen los odontólogos de clinicadrclavero.com, que ven en su día a día como llegan personas con estos miedos.
Todo el mundo sabe que existe bastante gente con temor de visitar al dentista, no solo los niños, también los mayores.
El caso es que ir al dentista es fundamental para contar con una salud dental buena, puesto que de lo contrario puede acabar afectando al resto de nuestro cuerpo.
Por todo ello hay que superar temas como la fobia dental o al dentista, que tiene otra serie de nombres como la odontofobia o la dentofobia.
¿Qué hacemos entonces?
Lo primero que debemos saber es que no es igual superar este miedo que la propia fobia. El miedo, si lo sabemos gestionar, no te va a impedir el que visites la clínica dental, aunque sea desagradable para ti. El caso es que la fobia hace que se tenga una ansiedad patológica, que al final es un miedo infundado más complejo de poder superar.
Es cierto que mucha gente te haya comentado que no es para tanto, debiendo mentalizarse y ya.
Cuando se habla de fobia al dentista, lo hacemos de temblor de manos, sudores, corazón que va a mil o ataques de ansiedad.
Si sientes dentofobia, lo más recomendable:
Acudir a experto que te pueda ayudar
Tomar ansiolíticos antes de visitar al dentista
Pensar en la sedación como una opción
Aquí se toma un medicamente que te va a administrar el dentista o inhalando óxido nitroso.
No debes preocuparte porque no te dormirás y vas a poder comunicarte. Lo que ocurre es que entrar en un estado de calma. En el caso de que te hagan tratamientos dolorosos, se van a poder anestesia.
Analizar los motivos del miedo
Todo empieza por reconocerlo. Antes de seguir con ello, es necesario hacer un ejercicio de conocimiento y preguntarse la razón del miedo. Vamos con algunas:
Malas experiencias anteriores
Esto es lo más habitual, puesto que o te hicieron daño con el tratamiento o no te trató bien.
No se quieren para dolores. O porque lo pasamos antes o porque es una idea que tienes en tu cabeza. Hablamos algo que no es así. En las intervenciones dolorosas, los dentistas aplican anestesia.
Cuentas con miedo a las agujas o los otros instrumentos
Tienes miedo de que necesitarás anestesia al no gustarte nada las agujas y todavía menos que te pinchen en la boca.
Si que es verdad que a veces lo podemos percibir como algo que es desagradable, pero cada vez se usan unas agujas o técnicas que harán que vayas a notar menos el pinchazo.
Al final es un segundo o algo más lo que va a durar la molestia. Si hablamos de los instrumentos del dentista, todo se piensa para servir de ayuda.
Para ello, es bueno que el dentista pueda explicar su funcionamiento y de qué forma se usará el aparato que te da miedo.
Has descuidado bastante tu boca y te da bastante vergüenza
Nadie te puede jugar, solo tú sabes lo que te ha pasado, pero ahora quieres solventarlo. Si quieres una solución, este es el trabajo para el dentista. El que vayas al dentista es algo bastante positivo para los dos.
No deseas que te vayan a dar malas noticias
Imagina que, si estuviste bastante tiempo sin visitarlo y tienes dolores, seguro que piensas que te deberán hacer un tipo de endodoncia o que te saquen un diente.
Es algo entendible, pero no te olvides que conforme más tarde en ir, esto va a ser peor. Por todo ello, es necesario que atajes el problema desde ese momento.
Sentimiento de indefensión
Seguro que te ves tumbado en el sillón de la clínica dental sin que puedas hacer algo más que tener la boca abierta, algo que es posible remediarlo si hablas antes con el dentista, para encontrar soluciones.
No te agrada que el dentista deba invadir tu propio espacio personal
En este sentido, no es posible hacer más, puesto que el dentista se debe acercar al paciente, pero siempre lo puedes hablar con ello.
Te genera temor la anestesia
La cantidad de anestesia que te deberá poner el dentista va a ser la justa y necesaria de cara a poder tratar las piezas que se deban arreglar. Solo piensa que no vas a tener que sentir nada. Vas a notar esa parte de tu cara dormida e hinchada, nada más.